UC - Críticas
| País: España. Año: 2008. Duración: 143 min. Género: Drama. Dirección y guión: Javier Fesser. Producción: Luis Manso y Jaume Roures. Música: Rafa Arnau y Mario Gosálvez. Fotografía: Alex Catalán. Montaje: Javier Fesser. Dirección artística: César Macarrón. Vestuario: Tatiana Hernández. Estreno en España: 17 Octubre 2008. |
AFRONTAR EL DOLOR Y LA MUERTE DESDE EL AMOR
"Camino" es la última y sorprendente película de Javier Fesser, director que parecía haberse especializado en proyectos de comedia surrealista y que afronta su proyecto más personal, arriesgado y valiente.
La historia basada libremente en hechos reales, nos sitúa en Pamplona, en el año 2001, donde una dulce niña llamada Camino, vive sus últimos momentos en la habitación de un hospital, aquejada de una enfermedad terminal. Rodeada de familiares, amigos, sacerdotes y un número inusitado de personal clínico, da a todos un ejemplo de muerte serena y feliz. En una atmósfera de santidad donde la muerte es ya inevitable, ocurre algo que conmociona a todos. "Camino" es pues una aventura emocional en torno a una extraordinaria niña de once años que se enfrenta al mismo tiempo a dos acontecimientos que son completamente nuevos para ella: enamorarse y morir.
A partir de ese excelente prólogo (algo tramposo si se quiere cuando veamos lo que sucede realmente al final de la película), Fesser consigue su objetivo: atrapar al espectador desde el minuto 1 de su película. Entonces, a modo de largo "Flash-back" veremos la vida de Camino, una niña llena de optimismo y magia que vive en el seno de una familia que pertenece al "Opus Dei", para algunos una secta, para otros una congregación religiosa.
El retrato que se hace de esa familia es milimétrico, cada personaje desarrolla una función en el guión perfectamente dibujada por Fesser, la madre cegada por su fe hasta sus últimas consecuencias, el padre cariñoso que sólo quiere lo mejor para su hija y que supone el punto de vista más cercano al espectador, y la hermana absorbida y ausente que vive recluída.
Hay quien opinará que la película es larga, excesiva y hasta maníquea en ocasiones, pero todos esos posibles defectos no logran anular sus enormes cualidades cinematográficas, convirtiendo a "Camino" en una de las mejores películas españolas de los últimos años. Técnicamente es espléndida en todas sus facetas, la puesta en escena abrumadora, las interpretaciones de todo el elenco admirables, en especial la de Carme Elías que dota de humanidad un personaje difícil e irritante, siendo también destacables las actuaciones de Mariano Venancio, Manuela Vellés y como no, la niña protagonista, Nerea Camacho, capaz de encadilar incluso a los espectadores más exigentes y menos sensibles. Fesser demuestra que el talento que esgrimía ya en sus primeros cortos no era fruto de la casualidad y nos regala esta dura y a la vez vitalista película, sin dejar de lado su vertiente del cómic o surrealismo cómico que introduce a través de los sueños e imaginación de la niña.
Aconsejo verla alejado de las pretensiones de contar una historia verídica porque ese sí que es un argumento débil cuando se ve el enfoque de la historia y es que está contada desde los ojos de la niña, donde desde su mundo interior es capaz de desdibujar la terrible realidad en la que se haya inmersa, una forma de aprender a afrontar el dolor y la muerte desde el amor.
Son tantos los aciertos y virtudes de esta película que sería demasiado extenso enumerarlos aquí, tan sólo decir que nos encontramos ante una gran película, intensa, tierna, brutal, mágica y emocionante que no dejará indiferente a nadie, con un plano final que pone los pelos de punta, ese tomado prestado de la última filmación del padre a su hija en el lecho de muerte cuando la niña advierte una presencia divina en la habitación, un claro ejemplo del posicionamiento de la película sobre el tema.
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